Haciendo un poco de historia habría que recordar que en la década del '80 el Dr. Joao Havelange Presidente de la FIFA se refirió a la necesidad de que el Fútbol Femenino y el Futsal, dos disciplinas que no estaban controladas por el máximo organismo del fútbol, pasaran en forma inmediata a ser organizadas por las distintas Asociaciones afiliadas a la FIFA.
En la Argentina se recibió este desafío abriendo las puertas al Fútbol de Salón, de la misma manera que al fútbol femenino, pero en el caso del primero con una característica esencialmente importante. No solo podía participar los Clubes afiliados a la AFA, sino también se podía invitar a participar a los clubes de barrio, convirtiendo así a estos Torneos como los únicos favorecidos por una medida así.
Esa decisión política permitió que los principales clubes que estaban participando en otro marco del Futsal emigrasen hacia la AFA. Y esa medida, hoy mirando hacia el pasado, fue la antesala para que el Futsal de AFA tenga las posibilidades de estar muy cerca del espaldarazo final. Fiel a su estilo, Julio Humberto Grondona respaldó en forma irrestricta el trabajo del Cuerpo Técnico dirigido por Fernando Larrañaga cuyo trabajo se cristalizó en el Mundial del 2004 en China Taipei, donde Argentina obtuvo un consagratorio cuarto puesto, detrás de tres selecciones básicamente profesionales y con nuestra selección integrada totalmente por argentinos y no como las de España e Italia que recurrieron a jugadores brasileños.
Quedan dos aspectos del Futsal como una materia pendiente para que esta actividad adquiera más importancia. La primera que un alto porcentaje de los clubes de AFA que aún no están en el Futsal ingresen a la competencia. Ejemplo: Vélez Sársfield, Lanús, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Estudiantes de La Plata entre otros y la segunda que el Futsal del Interior o sea la Federalización del Futsal esté organizada y concentrada a través de las Ligas del Interior.
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