Corazón y garra son las palabras para caracterizar cada uno de los segundos en los cuales el seleccionado estuvo presente en Turquía, se notó el esfuerzo y las ganas de continuar, pese a las complicaciones que se iban presentando fase tras fase, se observaron errores, y los huecos dejados por las figuras faltantes. Así y todo, no queremos desmerecer el trabajo del equipo, que sigue demostrando torneo tras torneo lo que puede llegar a dar, que la época dorada sigue en pie, porque un quinto puesto no equivale al oro, pero tampoco es posición para desmerecer.
Encestando por el mundo
miércoles, 3 de noviembre de 2010
(Por Nadia Saavedra y Antonella Palermo)-
Corazón y garra son las palabras para caracterizar cada uno de los segundos en los cuales el seleccionado estuvo presente en Turquía, se notó el esfuerzo y las ganas de continuar, pese a las complicaciones que se iban presentando fase tras fase, se observaron errores, y los huecos dejados por las figuras faltantes. Así y todo, no queremos desmerecer el trabajo del equipo, que sigue demostrando torneo tras torneo lo que puede llegar a dar, que la época dorada sigue en pie, porque un quinto puesto no equivale al oro, pero tampoco es posición para desmerecer.
Corazón y garra son las palabras para caracterizar cada uno de los segundos en los cuales el seleccionado estuvo presente en Turquía, se notó el esfuerzo y las ganas de continuar, pese a las complicaciones que se iban presentando fase tras fase, se observaron errores, y los huecos dejados por las figuras faltantes. Así y todo, no queremos desmerecer el trabajo del equipo, que sigue demostrando torneo tras torneo lo que puede llegar a dar, que la época dorada sigue en pie, porque un quinto puesto no equivale al oro, pero tampoco es posición para desmerecer.
Antes de arribar a Turquía, Argentina ya se veía complicada por la pérdida de algunos jugadores con los que contaba para el equipo definitivo. Primero Pablo Figueroa, luego Juan Pablo Cantero, Fabricio Oberto, Román González, Hernán Jasen, pero más tarde a una de las fichas más importantes, Andrés Nocioni. Algunas lesiones más complicadas que otras, pero al fin y al cabo, las culpables de cambios tácticos a último momento.
Así llegamos al mundial, con un equipo conformado con jugadores de la Liga Nacional tanto como de los equipos más importantes del exterior.
El nivel del seleccionado fue muy parejo desde el primer partido hasta el último. Con grandísimas ganas de demostrar lo mejor, pero con cantidad de altibajos y de un nivel muy ajustado y dificultoso. La primera fase fue bastante dura, y las primeras dos victorias no fueron fáciles y no se vio un buen juego, así y todo se pudieron lograr los triunfos frente a Alemania y Australia; en este último con la pérdida total de Oberto en la primera fase, por encontrarse con gastroenterocolitis.
Con alegría y preocupación, nuestros representantes iban camino a los siguientes encuentros, continuando con un nivel bastante bajo, pero la experiencia y la fuerza, al punto de emocionar a los corazones celestes y blancos, lograron pasar por encima a dos selecciones más, esta vez fue el turno de Angola y Jordania.
Llegó el fin de la primera etapa, y la primera derrota que sufriría el equipo, contra un rival revelación como Serbia. De cara a los octavos, se venían 4 días de descanso, un Oberto recuperado, y el clásico de los clásicos, nada más y nada menos que Brasil; el cual ningún fanático del deporte, querría perderse jamás. Los aplausos, los alientos, las miradas y los puntos serian todos para Argentina; logrando superar por 93 a 89, en un partido realmente emocionante.
Para el lamento de todos, sería el fin de nuestro paso por Turquía, apostando a todo, pero con la reaparición de los errores del principio, ante un contrincante, que más tarde se daría el lujo de estar en la final merecidamente, pero finalmente superado por Estados Unidos, el definitivo, y predecible campeón de los gigantes.
Si embargo la huella de nuestros héroes va a quedar por siempre en los historiales, Luis Scola, con 27.1 puntos, finalizó como máximo anotador del torneo, transformándose en el argentino que mas puntos anotó en un mundial, y el que más encestó en un partido. Por otro lado su compañero Pablo Prigioni con 7.4 asistencias se ubicó como el mejor pasador.
De Turquía volamos hacia República Checa, porque allí se hicieron presentes nuestras chicas de selección, desafortunadamente, no pudieron llegar tan lejos como sus compatriotas en el torneo disputado en Republica Checa, entre septiembre y octubre.
La Selección nacional de básquet femenino quedo ubicada en el décimo cuarto puesto dentro del certamen en el que participaron dieciséis equipos. Estados Unidos se alzó con la copa tras ganarle la final al país anfitrión y España se quedo con la medalla de bronce.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario